Señales del Higado graso

¿Cuáles tienen la posibilidad de ser las advertencias que alertan del hígado graso? ¿Son simples de detectar o solo son detectables en pruebas de laboratorio? ¿Están la fiebre y el mal abdominal entre ellas?

Cuando se acumula grasa en las células hepáticas, se habla de esteatosis hepática, oséa, hígado graso. Esta es una patología que impide que el hígado haga sus funcionalidades de manera correcta.

¿Qué hace el hígado?

El hígado tiene como función hacer numerosos procesos: producir proteínas, regular el metabolismo de las grasas, remover las toxinas de la sangre y vigilar la proporción de aminoácidos a nivel general.

En escasas expresiones, el hígado es un órgano que contribuye a digerir los comestibles, guardar energía y remover toxinas. Por esto, es fundamental para el confort general.

Si no puede cumplir sus funcionalidades, la salud del resto del organismo se resiente y por esto, la persona afectada empieza a presenciar distintas afecciones, algunas de ellas tan recurrentes que tienen la posibilidad de confundirse con otros inconvenientes de salud.

La gente que consumen alcohol en exceso de manera regular son muy dispuestas a padecer de hígado graso. No obstante, el alcoholismo no es el exclusivo aspecto de compromiso asociado a esta patología. Otros componentes asociados son:

  • Padecer de diabetes.
  • Sufrir de sobrepeso u obesidad.
  • Mantener pésimos hábitos alimentarios.
  • Tener los escenarios de colesterol altos, etc.

6 advertencias que alertan del hígado graso

En la mayor parte de las situaciones, la esteatosis hepática es asintomática. Eso significa que hasta que la persona no se ejecuta un estudio, es complicado detectarla. Algunas pruebas que se usa para hacer un diagnostico esta patología son:

  • Análisis de sangre.
  • Ecografías hepáticas.
  • Biopsias del hígado.

Entonces no hay un grupo de advertencias que alertan del hígado graso exactamente. No obstante, cabe resaltar que algunos pacientes sí experimentan indicios, o algunos inconvenientes de salud, que se tienen la posibilidad de relacionar con el hígado graso. Veámoslas ahora.

1. Mal abdominal

Según lo que experimentaron algunos pacientes, se cree que una de las advertencias que alertan del hígado graso es el mal abdominal. Aunque no el que hace aparición de manera aislada, sino aquel se muestra adjuntado con otras afecciones.

Se experimenta en el centro o parte de arriba derecha del abdomen. No obstante, no debe ver con una actividad ni esfuerzo puntual. Puede mostrarse luego de comer porque el estómago se amplía y presiona sobre el hígado agrandado.

2. Inflamación abdominal

Otra de las probables advertencias que alertan del hígado graso es la inflamación abdominal que además se conoce como ‘ascitis‘. Radica en la existencia de líquidos entre los peritoneos visceral y parietal y tiende a ser consecuencia de una patología hepática.

Los indicios de la ascitis son:

  • Indigestión.
  • Distensión abdominal.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor en la parte baja de la espalda.
  • También tienen la posibilidad de presentarse edemas en los tobillos.

3. Fatiga

Una de las probables advertencias que alertan del hígado graso es la carencia de energía y la fatiga recurrente. Como el hígado no puede trabajar de manera correcta, el metabolismo se regresa más retardado y entonces hace aparición un cansancio inexplicable,

Además es viable presenciar inconvenientes de concentración, confusión, etc indicios.

4. Orina oscura

Por medio de la orina, tenemos la posibilidad de descubrir algunas dolencias o patologías. No se debe olvidar que este líquido transporta toxinas y desechos. En la situacion de sufrir hígado graso, la orina va a ser de un color más oscuro de lo recurrente. Además, las heces además tienen la posibilidad de enseñar cambios, ser más blancas o color arcilla, y más hedor que de práctica.

6. Cambios en la piel

Otra de las advertencias que alertan del hígado graso debe ver con los cambios en la piel. El cambio mas importante en la piel cuando hay hígado graso, es la aparición de la ictericia. Este coloración amarilla hace aparición en la piel y las mucosas, debido al incremento en los escenarios de bilirrubina acumulada en los tejidos.

Otros cambios en la piel debido al hígado graso son:

  • Fragilidad capilar.
  • Cuello y axilas descoloridas.
  • Palmas de las manos enrojecidas.
  • Arañas vasculares en espalda, pecho u hombros.
  • Debajo de las uñas tienen la posibilidad de mostrarse manchas blancas.

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La dieta y el hígado graso

Cuando se haya diagnosticado el hígado graso, el siguiente paso es empezar un régimen correcto. Además de los medicamentos que puede recetar el médico, es primordial continuar una dieta baja en grasas.

Ahora, te ofrecemos algunas recomendaciones:

  • Reduce el consumo de productos refinados: en este grupo están las harinas y los azúcares blancos. Jura elegir en su lugar, por granos enteros y ediciones integrales.
  • Sigue una dieta mediterránea: pertence a las más sanas que hay, dado que está fundamentada en varios comestibles bajos en grasas o con grasas saludables.
  • Evita el alcohol: es uno de los más importantes contrincantes del hígado. Además, el consumo de bebidas alcohólicas en exceso puede derivar no solo en esteatosis, sino además en cirrosis.
  • No tomes algunos medicamentos: consulta con tu médico para entender qué medicamentos tienen la posibilidad de ser dañinos si padeces hígado graso.
  • Haz deporte: la costumbre regular de ejercicio contribuye a que el sistema hepático ande de manera correcta. Es aconsejable practicarlo al menos 3 ocasiones por semana.

Ten en cuenta que más allá de que es considerable descansar, es requisito hacer algo de ejercicio todos los días para beneficiar el desarrollo de rehabilitación y, de forma simultanea, apoyar la salud del resto del organismo. Entonces, no descartes del todo esa caminata de 30-40 minutos al día, ni tu sesión de estiramientos.