El vinagre es muchísimo más que un fácil ingrediente de cocina. Además puede usarse con otros objetivos, como para la limpieza y para remover los hongos. No obstante, una aplicación del vinagre que escasas personas conocen, es usarlo como baño para los pies. Te contamos 4 provecho inesperados de sumergir los pies a lo largo de 15 minutos en una mezcla con vinagre.
Eso sí, no te sugerimos estos baños si tienes lesiones abiertas, arañazos o la piel irritada. Por otro lado, es un régimen que puedes hacer ocasionalmente, pero te recomendamos no exagerar ni llevarlo a cabo con regularidad, ya que puede provocar erupciones o irritar todavía más la piel. Antes de evaluar algún régimen nuevo, consulta a un médico de seguridad.
DESINFLAMA Y ALIVIA
Para calmar los pies cansados o adoloridos, sumérgelos en una mezcla de agua, sal marina, sal Epsom, lavanda seca y vinagre. Exita la mezcla hasta lograr una temperatura satisfactorio y manten los pies en el agua a lo largo de 15 minutos, ¡vas a conocer que te sienta de maravilla!
ELIMINA EL PIE DE ATLETA
Uno de los especiales elementos para tratar el pie de deportista es el vinagre, ya que disminuye la picazón y el ardor ocasionados por este hongo. Para explotar este provecho, diluye vinagre blanco destilado en agua no muy caliente y mézclalo con una cucharada de sal. Luego de 15 minutos, saca los pies, sécalos y añade vinagre blanco puro sobre el sector afectada con un algodón, para de esta forma impulsar el efecto.
REDUCE LOS HONGOS Y EL MAL OLOR
Los hongos son un inconveniente repugnante, pero muy habitual. Si los tuviste, mezcla agua no muy caliente con vinagre para equilibrar el pH de las uñas y lograr que se vuelvan más saludables. Además, esto además se utiliza para evadir los dolores y las inflamaciones.
CUIDAR LA PIEL
Los baños de vinagre asisten a hacer mejor el aspecto y salud de la piel, ya que eliminan las grietas y suaviza las ubicaciones callosas. Para elaborar este baño, mezcla vinagre blanco, agua y el aceite fundamental que más te agrade en un envase. Sumerge los pies unos 15 minutos y, luego, revuelve la piel muerta realizando círculos suaves en el pie con una piedra pómez.